lunes, 29 de diciembre de 2008

La crisis económica mundial.

La crisis mundial ya estalló y es profunda. Empezó a emerger en 2007 en EEUU con la caída de la bolsa en el negocio inmobiliario. Pero su origen está vinculado al mundo de la producción y sus cambios, lo que muestra una perspectiva de la magnitud que tendrá. Este año el congreso yanqui debió aprobar un rescates fundamentalmente a bancos del orden de los dos billones de dólares (U$S 2.000.000.000.000), diez veces el PBI argentino. También en Europa se han aplicado rescates. Sin embargo, ya empezaron los despidos masivos. En EEUU hubo 533 mil nuevos despidos en noviembre y 2 millones menos de puestos de trabajo en el 2008. General Motors posiblemente quiebre antes de la asunción de Obama si no le otorgan un rescate. En China cerraron 72.000 fábricas.
Es una crisis mundial cíclica de superproducción relativa del sistema capitalista imperialista. La magnitud, velocidad y desarrollo de esta crisis son comparables o superior a la crisis de 1930. La crisis vuelve a mostrar con todo su dramatismo que este sistema, al contrario de lo que pretendían sus apologistas, no ha superado las leyes que lo rigen y descubrió Carlos Marx. Debemos estudiar con el método marxista-leninista-maoísta esta crisis y prepararnos para enfrentarla. De que comprendamos correctamente depende la precisión de nuestra línea y la predisposición de los cuadros.
La crisis de superproducción relativa tiene como base la contradicción entre la producción que es social (cada mercancía es el resultado del trabajo social de muchos obreros) y la apropiación privada de los resultados de la producción (que van a parar a manos de un puñado de capitalistas). Esta contradicción se manifiesta en la tendencia de los capitalistas a ampliar en forma sobredimensionada la producción en relación a la limitada capacidad de compra de los consumidores fundamentales: los trabajadores. Más de mil millones de personas viven con un dólar por día.
Por eso, esta crisis desmiente las teorías revisionistas sobre la desaparición de la clase obrera. En los últimos quince años la cantidad de obreros en el mundo se multiplicó por cuatro. Por primera vez en la historia, hoy el número de habitantes en las ciudades iguala a quienes viven en las zonas rurales. En vastos países como China, India o Brasil, una parte del éxodo de la población del campo se incorpora a la producción industrial. En su gran mayoría perciben salarios muy bajos, trabajan en condiciones tremendas y carecen de sistemas de seguridad social. Así ha crecido en escala gigantesca la extracción de plusvalía y su acumulación por los grandes capitalistas monopolistas, privados y estatales, del oeste y del este. Otra parte del éxodo rural engrosa el ejército de desocupados que le sirve a los capitalistas para presionar a la baja de salarios y mantener las condiciones precarias de trabajo. En China suman más de 200 millones los trabajadores migrantes. Son masas de campesinos corridos por el hambre de sus aldeas cuyas fuerzas de trabajo es comprada por monedas y superexplotadas. Ni siquiera se les reconocen ciertos derechos que tienen los habitantes de las ciudades. En la India hay un crecimiento pavoroso de la semiesclavitud infantil. El año pasado 420 mil chicos menores de 18 años fueron empleados en el cultivo de algodón por parte de monopolios imperialistas como Monsanto. Un estudio sobre las empresas algodoneras de 4 provincias hindúes reveló que el 54% de la fuerza laboral estaba constituida por menores de 14 años contratados ilegalmente.
Con la crisis se agudizan las tres contradicciones fundamentales del sistema capitalista imperialista: entre burguesía y proletariado; entre países imperialistas y países oprimidos; entre los distintos imperialismos. EEUU y los países del primer mundo intentan descargar la crisis sobre la clase obrera y las naciones oprimidas (países dependientes, semicoloniales y coloniales).
Junto con la crisis también han estallado luchas para evitar que la paguen la clase obrera y los pueblos oprimidos. En Italia y Grecia se realizaron huelgas generales y se forjó la unidad obrero estudiantil. En Grecia han sido ocupados más de 100 establecimientos secundarios y 11 universidades. En EEUU comenzaron la ocupación de fábricas. Las luchas se van extendiendo por Europa y América Latina. En Nepal se abolió la monarquía y se abrió un proceso revolucionario. Continúa la heroica lucha del pueblo y la nación iraquí que ha empantanado a los yanquis en Medio Oriente. El pueblo y gobierno de Bolivia sigue su lucha contra el imperialismo yanqui. En este contexto es tarea central del movimiento estudiantil rodear las luchas obreras para forjar la unidad obrera estudiantil, confluir en la unidad popular, y tener una posición activamente solidaria con las luchas en todo el mundo. Se sigue comprobando el análisis marxista leninista maoísta sobre la caracterización de la época actual: la época del imperialismo y las revoluciones proletarias.

La crisis y el gobierno K:
Cristina Fernández de Kirchner primero intentó mostrar que la Argentina está “desacoplada” de la crisis internacional. No le duró demasiado. También acá ya empezaron los despidos y se está removiendo el avispero aún dentro de la CGT. Cada semana crece la desocupación y la pobreza. Ya son 200.000 los despidos en Argentina. Hoy hay 11 millones de pobres y 4 millones de indigentes. En Argentina mueren por desnutrición 8 pibes por día. La baja del precio de las materias primas agrava las consecuencias de la crisis debido a la profundización de la dependencia con el modelo K agro minero exportador.
Todos se preparan ante la crisis. El gobierno K continúa con su doble discurso. Ante el pueblo y ante las clases dominantes se presenta como piloto de tormenta, anunció medidas de impacto propagandístico y afirma que “la crisis mundial nos complicó”. Pero en los hechos ratifica el modelo de dependencia y busca ajustar reduciendo gastos y garantizarse su caja para afrontar los pagos de la deuda externa. El gobierno K se ha convertido ya en el que más deuda externa pagó. En 2009 tendrá que pagar aproximadamente U$S 20 mil millones.
El aumento de las retenciones con la resolución 125 iba en este mismo sentido. El conflicto que se desató y la firmeza de los chacareros mostró que el plan neo-desarrollista K entró en crisis y que el pueblo no está dispuesto a cargar con la crisis. Ante los despidos ya se están desatando luchas del movimiento obrero. Los trabajadores de GM en Argentina vienen parando los despidos y son un ejemplo nacional. También en las automotrices en Córdoba comenzaron las movilizaciones obreras. ¡Que paguen los monopolios que se enriquecieron todos estos años con la política K!


Juventud Comunista Revolucionaria.

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