Las exenciones del Impuesto a las Ganancias para la renta financiera, según las conservadoras cifras del Presupuesto, le costarán al fisco este año 2.843 millones de pesos, un 33% más que en 2007. Eso incluye sólo los intereses de depósitos, títulos públicos y obligaciones negociables, pero no lo que se deja de cobrar a quienes mueven acciones y bonos por más de 20 mil millones por mes, que tampoco tributan un centavo aunque multipliquen varias veces su capital tras una buena racha. Para la Comisión Nacional de Valores (CNV), de allí podrían salir al menos 4.800 millones más por año. En total, el Estado resigna 7.643 millones.
El Gobierno eliminó anteayer el privilegio para los fideicomisos con los que las cadenas de electrodomésticos financian sus ventas a plazo. Lo mantuvo para los pools de siembra y para los fideicomisos que se arman para financiar obra pública. Pero desechó un proyecto más duro que evaluó durante el verano. Y sigue lejos de gravar el volumen más significativo de la renta financiera. Los beneficios fiscales para los operadores de la City cuestan cincuenta veces más que la exención de Ganancias para los jueces, a quienes el fisco les perdonará este año impuestos por 149 millones de pesos. El monto equivale a lo que proyectó recaudar anualmente el ex ministro Martín Lousteau con el esquema de retenciones móviles a la exportación de granos.

Crítica Digital 3/8/8