
por Leandro Leiva. Semanario HOY
El escenario mundial se recalentó bruscamente con la sangrienta invasión rusa a Georgia en el Cáucaso, una región estratégica por sus recursos petroleros, por ser lugar de paso desde las fuentes del crudo del Mar Caspio en Asia central hacia el Mar Negro y el Mediterráneo, y de allí a Europa; y por estar ubicada en el mismo “vientre” de Rusia. El alineamiento estratégico de los países caucásicos desvela a los imperialistas rusos, europeos y yanquis.
Una raya en el suelo
El “genocidio relámpago” provocado por los rusos quebró de entrada los probables planes del Pentágono de embarcar a Moscú en una larga guerra de desgaste contra fuerzas osetias de “liberación” sostenidas por Georgia y armadas por los yanquis en ese montañoso enclave. Mijaíl Saakashvili –instalado en el gobierno georgiano por uno de los tantos “disturbios” estimulados por la CIA en el ex patio trasero ruso, y que colabora con el imperialismo yanqui con uno de los mayores contingentes en Irak– actuó con el guiño de Bush y de la OTAN.
La respuesta rusa fue inmediata y brutal. El presidente ruso Médvedev y el verdadero “poder detrás del trono” Putin se plantaron duro: después de soportar durante años la ofensiva yanqui y de la OTAN, no vacilaron un minuto en repetir el genocidio checheno invadiendo ahora el corazón de Georgia con su tremendo aparato militar desde dos frentes –Osetia del Norte y Abjasia–, y avanzando hasta la capital Tiflis.

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Etiquetas: PCR LA PAMPA PUTIN BUSH GUERRA GEORGIA
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