jueves, 5 de marzo de 2009

El 11 Congreso del PCR

El 15, 16 y 17 de febrero, en la provincia de San Luis, los comunistas revolucionarios de la Argentina realizaron su Congreso, con alegría por los avances, y fuerza y unidad para afrontar las grandes tormentas que se avecinan.

Discurso de apertura de Otto Vargas, secretario general del PCR

Para este congreso, hemos tenido varios meses de discusión de las tesis y de conferencias zonales y creo que este proceso ha ayudado, y el Congreso tiene que ayudar, a unificar al Partido en su línea política en momentos muy difíciles.
Entre el décimo y el undécimo congreso hemos sufrido la pérdida de muchos camaradas valiosos. Muchos. Miembros del Comité Central, de la Comisión de Control, de Comités de Zonas. Compañeros muy importantes, que nos van a acompañar permanentemente en el combate, y nos dejan una gran tarea por delante: ayudar a que surjan y se formen miles de nuevos combatientes para que podamos llevar adelante el objetivo estratégico de nuestro partido.
Hay que decir que después del 10 Congreso, luego del Argentinazo que balanceó el 10 Congreso, aunque inicialmente no lo vimos, las clases dominantes hicieron un gran operativo de repliegue y reagrupamiento. Retrocedieron, cosa que se dio no muchas veces en la historia. Retrocedieron con el objetivo que posteriormente confesó Duhalde, luego de esos 4 o 5 presidentes que pasaron, cuando dijo que venía “a reconstruir el Estado”. Llegó un momento que parecía que lo habían logrado, con la ayuda del impresionante viento de popa que brindó la economía internacional y permitió que el país saliese de la crisis; pero no lo lograron, y eso es cada vez más evidente: no pudieron sacar al pueblo de la calle. Y ahora un teórico de las clases dominantes, Mariano Grondona, ha dicho que el papel que tuvieron las fuerzas armadas en la Argentina durante años: 30, 43, 55, 62, 66, 76, etc., etc., ahora ha sido reemplazado “por la movilización de la calle”, y por eso en las clases dominantes existe pánico: por este hecho que no han podido resolver, del período previo y posterior al Argentinazo.
Hemos tenido muchos debates en el Partido en este período. Uno fue la lectura del resultado de las elecciones del 2007. Gran debate porque coincidió con el apogeo de este viento de popa que inflaba las velas y tenía resultados económicos inéditos.
En esas elecciones el electorado se dividió en tres tercios. Un tercio de la oposición, un tercio del gobierno y un tercio el voto bronca. En realidad el voto bronca fue el tercio mayor. Pero, ¿cuántos votos en blanco robaron? Y ¿cuántos votos robaron? Eso lo sabe sólo el gobierno. Por eso ahora nos dicen algunos, pongan fiscales, cualquiera sea la posición que tomen en las elecciones de octubre. Como diciendo: no puede repetirse lo del 2007.
¿Cómo se veía este resultado? Había un gran debate sobre cómo leer este resultado, y era lícito que este debate se diera. Era una situación compleja.
Ocultando que la principal fuerza fue el voto bronca, el gobierno proclamó un gran triunfo de Cristina Kirchner. Esa señora de la naricita levantada, los deditos... el autoreferenciamiento con el “yo dije”, “yo siempre digo”, “eso que yo llamo capital financiero”. Con la presidenta se comprueba, como diría Lenin, que siempre la apariencia tiene relación con la esencia.
Al poco tiempo vino la rebelión agraria. Otro gran debate. Son momentos de cambio. En la historia hay momentos de cambio. Lo ha dicho Beba Balvé, una intelectual relevante. Son momentos, dice, como pasó en el Rosariazo, Cordobazo, Rosariazo –podemos tomar otros ejemplos históricos–, momentos en que los protagonistas no son conscientes de lo que está sucediendo. Por ejemplo el 17 de octubre de 1945. ¿Eran conscientes los protagonistas de este acontecimiento de lo que había pasado? No. Los que iban a conformar la Unión Democrática –como el PC, que dijo que se había movilizado la chusma con la ayuda de la policía–, no supieron valorar lo que había sucedido.
Y este acontecimiento de la rebelión agraria, que conmovió a la Argentina, desde el punto de vista federal, un federalismo profundo, que ha mostrado la esencia de la Argentina. Setenta años de guerras civiles, donde el degüello era deporte nacional. Se degollaba de parado, de sentado, con el cuchillo mellado; setenta años olvidados. También ha emergido el problema nacional. Y el problema democrático: cuando lo detuvieron a De Angeli, con mensajitos de texto se alzaron no se cuántos pueblos de la Argentina. Allá andan los de mi pueblo, en Río Negro, protestando porque los del pueblo vecino, para agrandarse, niegan la cantidad de gente que salió ese día a la calle en mi pueblo. Toda la Argentina salió. Hubo ciudades donde se caceroleaba en casi todas las esquinas. Se removieron aguas profundas.
Como sucedió el 17 de Octubre. Por ejemplo el PC que es kirchnerista vergonzante, porque con el planteo de que el kirchnerismo está en la línea de Ecuador, Bolivia y Venezuela, apoyó a Kirchner contra la lucha agraria; y el PO, que es filo kirchnerista, aunque trata de disimularlo, tiene los mismos enemigos que los K, tiene el blanco en “la patria sojera”. Uno lo puede explicar por el gran desconocimiento de la realidad nacional. Profundo desconocimiento de la realidad nacional. ¿Cuándo no hubo terratenientes mezclados en Argentina en un acontecimiento histórico? No sé. ¿Acaso la rebelión agraria no repitió, en otra forma, el esquema de clases que se movió en el Argentinazo? ¿O acaso la señora de la burguesía rural que salía a manifestar en los pueblos es muy diferente de la señora con cacerola de teflón que iba a golpear las puertas de los bancos en el Argentinazo? ¿Por qué unas eran de la ciudad y las otras del campo? ¿No apareció el mismo espectro de clases que nos hace pensar a nosotros en el tipo de revolución, y los caminos complejos que va a tener que recorrer el proletariado, las dificultades que va a encontrar, para poder imponer su hegemonía? Como contaban ayer los camaradas, de los 500 obreros de la UOM de Armstrong que estaban cortando la ruta e iban a manifestar con los chacareros, y se movilizó la UOM de Rosario para impedir que se unan con los chacareros. Se ha vuelto a poner en marcha todo eso.
Entre el 10 y el 11 Congreso se ha producido este gran acontecimiento que cambió todo. Ya en el Argentinazo, las zonas agrarias jugaron un gran papel. Las movilizaciones agrarias, con chacareros y campesinos ricos y burgueses agrarios y terratenientes, fueron previas al Argentinazo. ¿O acaso no estuvieron los cortes de ruta de Río Negro, y los de la ruta 8 y la ruta 9? También por la zona de Cuyo. ¿Y el Casildazo no acompañó al Porteñazo? ¿Y el carácter nacional que tuvo el argentinazo?
El Partido y la CCC jugaron un gran papel en la rebelión agraria. Con mucha discusión, discusión que tiene que aparecer en este Congreso. Hagamos esa discusión. Nuestra participación en esa lucha nos ganó el odio sagrado de los Kirchner.
Sabemos que nos tienen en el blanco porque Kirchner tenía la teoría (habría que preguntarse por qué), que el motor de la rebelión agraria fue este partido. Y por eso cuando la rebelión agraria soplaba bajito, y luego volvía a remontar, dijo él en reuniones en la Rosada: “¡Son estos hijos de... del PCR!”
Creo que la rebelión agraria es uno de los grandes temas que hemos tenido entre el 10 y el 11 Congreso. Y como dijo Juan Carlos Alderete y lo ha repetido varias veces: la línea divisoria en el conflicto no la trazaron ni las organizaciones agrarias, ni nosotros. La trazó el gobierno. Porque el gobierno “cortó grueso”. Eso pasa muchas veces en la historia. Como dijo un camarada de la juventud, que está aquí presente, en la Conferencia de la Juventud, cuando cuestionaban con quienes nos juntamos en la lucha agraria, que allí debíamos plantear la reforma agraria, él contestó: es como si en una lucha salarial, pongo como condición para unirme con alguien que se plantee la nacionalización de la fábrica. ¿Qué tiene que ver? Esto no implica perder la independencia ni olvidar los principios de la unidad y la lucha. En la lucha agraria la línea divisoria no la trazamos nosotros. Esa es una gran experiencia, porque cometimos errores, pero fue una lucha muy difícil, complicada.
En este período, planteamos una necesidad que discutió la conferencia de noviembre de 2006 de dar un viraje hacia el movimiento obrero ocupado buscando resolver uno de los elementos principales que le faltó al Argentinazo. Esto es fundamental ¿en qué medida estamos dando este viraje? ¿Cómo estamos avanzando? Hemos avanzado. Pero no lo necesario.
Acabamos de recibir un carta del compañero que dirige un importantísimo sindicato, que no puede venir a este congreso, que lo están amenazando y persiguiendo a él y su familia. Acabamos de recibir la noticia que la lista Rojo y Negro en la que participamos ha ganado el sindicato docente de Entre Ríos, (aplausos) el tercer sindicato docente del país, con cerca de 25 mil afiliados. Se han ganado algunos puestos en comisiones internas importantes. Se ha avanzado, muy desparejo, en rurales. En Río Negro, Tucumán, Misiones y San Juan. Creo que los mendocinos han dado algún pasito también. Gran tema éste, porque uno de los actores principales de la rebelión agraria fueron los obreros rurales. Se están inventando nuevas divisiones de clase en el campo. Hay mucha discusión con un folleto que se escribió hace treinta años, y ya no es actual, pero que tiene algunas cosas válidas. El texto de Mao sobre las clases en el campo sigue siendo válido. Es un error confundir al campesino pobre con el semi proletario, cuando son dos cosas diferentes. ¿Ahora qué importancia tiene esto? Tiene mucha importancia, porque en esos obreros de la soja que es fundamental ganar, como dice Luciano, una cosa son los semiproletarios que forzados por la crisis se han visto obligados a manejar tractores, máquinas, como asalariados, pero que sueñan con ser campesinos, no con ser obreros; y los obreros rurales que son asalariados y se ubican como obreros. Por lo tanto esos matices, que han aparecido en algunos boletines de discusión, es importante que los discutamos acá, porque tenemos que dar el viraje hacia el movimiento obrero ocupado y tenemos que dar un viraje en el trabajo con los obreros rurales, principalmente con los trabajadores de la soja.
Entonces, decíamos, lo que nos faltó en el Argentinazo, como la participación de los obreros ocupados que en esos momentos estaban en lo peor de la crisis, aunque hicieron el paro del 13 de diciembre de 2001. O lo de las multisectoriales. En el curso de la rebelión agraria hemos ido encontrando el camino para resolver esa falta de coordinación que faltó en el Argentinazo, que es difícil que se pueda resolver con la unidad de organizaciones como fue en la Marcha Federal, con la CTA, el MTA, la CCC, la FUA, Federación Agraria. Se ve que es posible multiplicar esto por abajo en estas multisectoriales, multipartidarias o coordinadoras que se transforman en centralizadoras de la lucha por abajo y pueden permitir resolver esa falta de coordinación.
La otra debilidad es el trabajo con los sectores patrióticos y democráticos de las fuerzas armadas. Gran tema. Somos el Partido que todos los años participa en la organización de la conmemoración del 2 de Abril. Se trabaja con los ex combatientes y veteranos. Es posible desarrollar y crecer, pero hay que darle importancia a este trabajo.
Desde el 10 Congreso, va a aparecer aquí en este nuevo Congreso, se ha dado un paso importante, débil todavía, inicial, que nos plantea grandes tareas, en los campesinos pobres y en los compañeros originarios. Se ha avanzado con el Encuentro Nacional de Campesinos Pobres en La Plata. Y se ha avanzado con el Encuentro de los Originarios, y en una cantidad muy grande de luchas de los originarios, con centro en el Chaco y en Rosario. Hay condiciones para avanzar en Salta, Jujuy, Tucumán, Formosa, en el Sur, y en todo el país. Este es un tema que aparece cada vez más en la política nacional. Incluso en esta provincia, donde hacemos el Congreso, se le han entregado tierras a los ranqueles y a los huarpes, en propiedad colectiva, comunitaria. Un tema que está en debate en todo el país.
Está el movimiento de desocupados. El movimiento de desocupados de la CCC tiene un gran prestigio. Y ahora puede jugar un gran papel. Son millones y millones los desocupados. Todos los días se suman miles. Decían en una conferencia de zona: gran prestigio de la CCC y mucha experiencia; ahora es el momento de volcar esa experiencia. Igual con los jubilados. Nosotros podríamos tener un movimiento de jubilados mucho más poderoso, pero no tiene la atención suficiente de la dirección del Partido. De la dirección nacional y de las direcciones zonales. Y siempre seguimos con las tres columnas: los ocupados, los desocupados, los jubilados. Porque no se ha terminado eso. El número de desocupados ha crecido, y los jubilados han pasado de poco más de 5 a más de 7 millones en la ANSES.
Está el movimiento de mujeres. El otro día han hecho una jornada importante por Romina Tejerina. Hay grandes temas de género que se están poniendo cada día más en debate en el conjunto del pueblo. Vamos al 8 de marzo. Y vamos al encuentro de Tucumán, que como ha sucedido en todos los encuentros de mujeres va a ser una gran batalla política.
Tenemos un balance desparejo en los estudiantes. Seguimos siendo la principal fuerza de izquierda revolucionaria en la Universidad. En algunos lugares hemos avanzado, en otros hemos retrocedido. Hay grandes posibilidades. Porque esto que viene por abajo ante los despidos, lo que ha florecido en la lucha de los agrarios, más los docentes que van al combate en muchas provincias, necesita el acompañamiento de los estudiantes.
Hay condiciones para que la izquierda construya un amplio arco de alianzas para poder sacar a los estudiantes a la lucha. Hace pocos días ha habido una movilización importante de estudiantes de Medicina de La Plata. Todo esto para poder en marzo, abril, aparte de lo agrario y el movimiento obrero y popular en primer lugar, movilizar al movimiento estudiantil.
Tenemos un gran debate en el tema de la cultura. Hay un gran retraso en nuestro trabajo en el área de la cultura. Hay buenas experiencias. Se edita una revista que tiene una circulación importante. Tenemos artistas que tienen renombre en el campo de la plástica, el canto, la literatura, el teatro; hemos podido formar una lista en actores, pero todavía muy lejos de lo que está a nuestro alcance. Dijo Mao “un ejército sin cultura es un ejército ignorante. Y un ejército ignorante no puede derrotar al enemigo”. Este trabajo no es un adorno en el trabajo general del Partido. Es una parte importante del mismo.
En este período tuvimos el acto en el Luna Park. Nos mostró como la primera fuerza política de la izquierda revolucionaria. Se decía en el Comité Central, en la última reunión que hicimos, que nuestro principal mérito como partido, es que hemos pasado desde 1978, muchos años de dispersión del maoísmo, de ataques del revisionismo y de la burguesía al marxismo- leninismo. Habíamos quedado como “cachorros guachos”, y nos fuimos encontrando con fuerzas marxistas-leninistas-maoístas, fuimos encontrando fuerzas revolucionarias y antiimperialistas amigas, y llegamos a este Congreso con el triunfo en Nepal: la primera revolución del Siglo 21. Después de diez años de lucha armada y de un gran alzamiento popular. Se ha abierto un proceso, como diría Gastiazoro que estuvo en Nepal enviado por el Partido, un proceso muy semejante al de la España republicana del 36.
Hemos mantenido las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo, y hemos mantenido nuestra independencia. A nosotros no nos mantiene nadie. Por eso somos “impredecibles”. Por eso “Furia” está loco con nosotros. Porque no atamos nuestra línea a la necesidades diplomáticas de ninguna potencia o país. Que Cristina Kirchner se entreviste con no se que gobernante de izquierda y le dé un abrazo, no quiere decir que nosotros vamos a aplaudirla en la Argentina para quedar bien con aquel al que le dio el abrazo. Tenemos la experiencia de los PC. Nuestra línea no está atada a la línea diplomática de ningún país de la Tierra.
Bueno, compañeros, a partir de todo esto acá hay una dirección que viene con aciertos y errores, muchos errores, que tendremos que revisar en detalle, para enfrentar la gran tarea del 2009, que es lo que tiene que discutir centralmente este Congreso: la crisis económica. El Central ha elaborado un informe, muy discutido, con muchos aportes, que este Congreso tendá que discutir y enriquecer con la experiencia que viene de los distintos lugares.
Es la crisis más grande en la historia del capitalismo. Nadie sabe donde está el fondo de esta crisis. Vienen días muy difíciles. Los más difíciles de los últimos años. No van a ser días, meses y años tranquilos. Va a haber grandes luchas que van a cambiar el mundo. Ustedes habrán leído, hace dos o tres años, que decían que la Argentina tenía que seguir el ejemplo de Irlanda. En Irlanda, el otro día, se ha realizado la manifestación popular más grande de la que se tenga memoria. Miles y miles manifestando contra el gobierno en Dublín.
Se derrocó al gobierno en Islandia. Resulta que el sistema financiero de Islandia tiene una deuda que supera en 12 veces la economía de ese país...
Se derrumbó el Este de Europa: Rumania, Hungría Polonia, República Checa, Letonia, Lituania, etc. La deuda de esos países supera los 300.000 millones de dólares. Al FMI la plata no le alcanza para ayudarlos. El FMI tiene también que salvar a Brasil. No se sabe qué van a hacer. No se sabe qué va a pasar con el Este de Europa. Y ahí está Rusia, está China. Aquí estos pobrecitos de los K que creían que China se iba a desacoplar y que nosotros íbamos a salir para adelante vendiéndole soja y resulta que la economía china, se hunde. Sesenta y pico mil fábricas han cerrado en China. Veinte millones de trabajadores migrantes, de obreros de las aldeas que fueron a trabajar a los centros industriales de la costa, han quedado desocupados y vuelven a sus aldeas. Veinte millones. El número de desocupados en China supera los sesenta millones. En Francia manifestaron dos millones y pico de trabajadores en la calle. Está lo que sale en el hoy: se ha alzado el pueblo de Guadalupe y el de Martinica, y ahí están con remeras del Che Guevara enfrentando la represión armada de los ocupantes colonialistas franceses. El mundo está ardiendo, compañeros, ¡el mundo!
Ahora vean esto que ha pasado con el banco que ocuparon los productores agrarios y ahora sale la CAME a apoyarlos. Dicen que tienen que pagar créditos del 35%. Después van a negociar y los reducen al 26% anual. La CAME ha publicado una solicitada diciendo que los bancos cobran el 55% anual a las Pymes...
Imagínense un monopolio, que saca un millón de dólares en Estados Unidos, a tasas del 0,5% anual, o en Japón, con tasas muy bajas, trae ese dinero a la Argentina y lo pone en un banco de estos, y lo prestan al 55%, al treinta y pico y al veinticinco por ciento anual. Se explica porqué cuando todo el sistema financiero se desmorona en el mundo, acá los bancos han tenido ganancias. Entonces los bancos, que han estado calladitos, ahora han quedado en el blanco. ¡Qué presten la plata para lo que haga falta! Estábamos hablando con el camarada Smith de la situación del Astillero: Venezuela no puede pagar los barcos que ha encargado, tal otro proyecto no se hace... los bancos tienen que prestar plata para que ese astillero no se cierre, a muy bajo interés, y lo mismo a las Pymes.
Lo que se viene, compañeros, es muy grande. Hay luchas muy importantes, como las de Paraná Metal, General Motors, Iveco, muy difíciles, muy complicadas. En principio la reacción de muchos obreros fue “voy a ver como me las arreglo yo y mi familia”. Después ve que no se resuelve con lo individual. Está el caso de Massuh, San Nicolás, Terrabusi, el petróleo, etc. Esto yo creo que tiene que ser el gran tema de este Congreso. Y también las 10 medidas para enfrentar la crisis, propuesta por nuestro Partido. Con una primer medida que es el no pago de la deuda externa. Entiéndase bien lo que voy a decir: no van a acusarme de nada raro. Ha dicho Duhalde: “Si el mundo está quebrando, pongamos en la masa de la quiebra la deuda externa y después se verá que pasa”. Lo ha dicho en Radio Mitre el 24/2. Es decir que el primer punto de las diez medidas puede imponerse. En el Astillero se puede plantear que en vez de pagar los veinte mil millones de dólares de deuda externa, destinen una parte para el Astillero. Si no, no hay salida. Estas 10 medidas que proponemos tienen que llegar a las masas; tienen que ser discutidas. Tenemos que elevar el nivel político del debate de las masas.
Hemos hecho una larga discusión sobre el tema de la dirección, de los cuadros, de la integración. Este es un tema que hablaremos en su momento en este Congreso.
Y está el tema del Partido. No hay relación entre nuestra participación en la lucha y el reclutamiento, y entre el reclutamiento y la asimilación. Se pierden muchos cuadros. En algunas cifras de delegados que se dieron acá ustedes se deben haber asombrado. ¿Cómo puede ser que en algunos lugares, que algunos imaginan (e imaginan bien) con tantos afiliados, tienen pocos delegados? Pero, ¿están organizados en células? ¿Cómo cotizan las células? Esto tiene mucho que ver con la incorporación, la formación y la educación de esos militantes. Estamos en condiciones de dar un salto muy grande fundamentalmente en los centros de concentración.
Bueno, compañeros, hacemos este Congreso próximos al 40 aniversario del Cordobazo, así que marcharemos a un gran acto en Córdoba.
Yo creo que lo mejor que podemos desear a este 11 Congreso es ser dignos representantes de la tradición del PCR. De los mártires de nuestro Partido, de los compañeros que nos han dejado en estos años. Un partido que tiene uno de sus hitos fundamentales en el Cordobazo, y en los líderes que surgieron de esas grandes luchas y que ayudaron a construir este Partido, que con muchos déficits, muchas debilidades, es un Partido que está en el combate en toda la Argentina, desde La Quiaca a Tierra del Fuego. Les deseo el mayor de los éxitos.

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