domingo, 29 de junio de 2008

Cristina K y Urquía ( dueño de la Aceitera General Deheza) uno de los triunfadores del modelo sojero de los K.


Sobre el informe de Mario Cafiero. La falacia de las retenciones móviles

Por un lado el gobierno sostiene que la postura del campo es movilizada por sectores golpistas “destituyentes” y antidemo-cráticos, a los que no precisa; y financiada por poderosos “pooles” de siembra de soja, a los que no identifica. Por su parte los representantes rurales dicen que las medidas del gobierno tienden a beneficiar a esos poderosos “pooles” de siembra , al expulsar la competencia de los pequeños y medianos productores, y a los sectores concentrados de la intermediación agroalimentaria, que son un puñado de empresas que todos conocemos y se pueden contar con los dedos de las manos. La evidencia de los hechos que a continuación se exponen, le da enteramente la razón a la postura del campo. Y además muestra la existencia de graves inconductas, lindantes con ilícitos penales, por parte del gobierno. Aunque a primera vista parezca sorprendente, hemos llegado a la conclusión que:
· Las retenciones móviles habrían sido dictadas en directo beneficio de los exportadores de granos.
Esta afirmación aunque parezca temeraria, tiene su fundamento en el hecho que hacia fines del año pasado, al compás de que la soja llegaba a su máximo nivel de precios históricos, los exportadores presentaron declaraciones juradas de venta al exterior por volúmenes despropor-cionados con el objeto de congelar las reten
ciones a pagar, cuya suba se concretó inmediatamente después con la resolución 369. Pero seguidamente en forma inesperada, por la irrupción de la especulación financiera internacional, la soja siguió subiendo ininterrumpidamente, hasta llegar en marzo del 2008 al doble del valor que tenía en el 2007. Esto les jugó en contra a los exportadores de granos. No podían efectivizar las masivas ventas anticipadas, comprando en el mercado interno a precios muy superiores a los precios de exportación ya fijados.
Necesitaban imperiosamente que los precios se retrotrayeran a noviembre del año anterior. Y el gobierno cómplice de la maniobra les dio la mano salvadora, dictando la medida de las retenciones móviles.


Leer denuncia completa

La denuncia, que lleva la firma de Lozano (Buenos Aires para Todos), Eduardo Macaluse (SI), Lisandro Viale (PS), el ex diputado Mario Cafiero, entre otros, dice: “Desde enero de 2007 al 31 de mayo de 2008, sobre un volumen de exportación de 21.286 millones de dólares se recaudaron por retención 4984 millones (equivalente al 23,4 por ciento), cuando debería haberse recaudado 6432 millones. La diferencia de 1447 millones de dólares es defraudación al fisco practicada por los exportadores y pagada por los productores”. (Página 12. 27 de junio de 2008).


Con la ley Martinez Raymonda la Cámara de Diputados buscó enmendar la avivada de las exportadoras de hacer figurar compras y ventas de granos que aún no se habían cosechado. Dicho proyecto disponía que "los derechos de exportación deberían definirse de acuerdo al momento en el que el exportador tuviera la m
ercadería disponible para concretar la operación". Pero, al llegar al Senado, Urquía logró introducirle una pequeña modificación: donde decía “derechos” de exportación, pasó a decir “alícuota” de exportación. Así se convirtió en ley. Esto permitió que las exportadoras abonaran las retenciones no sobre el valor que tiene el grano actualmente sino al del momento de la compra. "En valores, en vez de pagar un ajuste de 99,40 dólares por tonelada, el exportador sólo debía rendir 22,40 dólares por tonelada. Los 77 dólares ahorrados (770 millones, si calculamos 10 millones de toneladas declaradas en forma adelantada) se los debían agradecer al Senador aceitero (Página 12. 28 de junio 2008)".
Osea que las exportadoras o intermediarios compraron el cereal descontando al productor la retención correspondiente a ese momento, pero, como dicha compra la tenían registrada previamente solo abonaron al Estado (en el mejor de los casos) la retención correspondiente a la fecha previa de que esta aumentara. Con la corrección Raymonda esto intento evitarse de no meter el dedo Urquía que, con una manito del gobierno, permite que las exportadoras paguen la retención actual pero sobre el precio en que los registros indican que compraron el cereal.

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